Os presento este lugar, que puede ser uno de mis lugares de culto, ya que últimamente estoy mucho por Sant Boi, este lugar es como uno de esos lugares del Borne de Barcelona, pero en el Baix Llobregat.
Su decoración en dos colores (blanco y negro) hacen de este lugar un espacio, para poder disfrutar de una copa de vino y una de sus especialidades. En un ambiente relajado.
Tiene una gran selección de vinos, tanto blancos como tintos y caves.
Carta de gintonics no puede faltar con el boom que hay con esta bebida y una carta con productos de mercado.
Donde destaco el tártar de atún con guacamole, el bikini (mixto para los de fuera de catalunya) de mozarella, ibérico y trufa, muy buenas ensaladas y un gazpacho de apio y lima.
Lo mejor: Un oasis a la mediocridad que abunda en la zona
Lo peor: El poco afán de probar cosas nuevas de los lugareños
Se encuentra en la C/ Cardenal Vidal i Barraquer, 28
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